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Agustín Arturo Prat Chacón | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
3 de abril de 1848 Ninhue (Chile) | |
Fallecimiento |
21 de mayo de 1879 Iquique (Perú) | (31 años)|
Sepultura | Monumento a los Héroes de Iquique | |
Nacionalidad | Chilena | |
Familia | ||
Cónyuge | Carmela Carvajal (desde 1873) | |
Hijos | Arturo Prat Carvajal | |
Educación | ||
Educado en | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Marino, militar y abogado | |
Años activo | desde 1858 | |
Lealtad | Chile | |
Mandos | ||
Rango militar | Capitán de Fragata | |
Conflictos |
Guerra contra España: - Combate naval de Iquique | |
Título | Retrato de Arturo Prat. | |
Agustín Arturo Prat Chacón (Hacienda San Agustín de Puñual, Ninhue, Chile, 3 de abril de 1848, - Iquique,[1] 21 de mayo de 1879) marino, militar y abogado chileno. Es considerado en Chile como su máximo héroe naval. Hijo de Agustín Prat del Barril y Rosario Chacón Barrios.[2]
Participó durante la Guerra contra España (1865-1871) en varias batallas navales importantes, incluyendo el Combate Naval de Papudo en 1865, en el cual fue capturada la goleta Covadonga.
Durante la Guerra del Pacífico comandó la Esmeralda en el Combate Naval de Iquique en el cual murió.
Familia Prat
El origen de los Prat se encuentra en Cataluña, España. Allí nació Isidro Prat Camps, bisabuelo de Arturo, labrador de la tierra, quien tuvo cuatro hijos: José, Narciso, Ignacio y Pedro.
Ignacio, nacido en 1770, se inclinó por el comercio, convirtiéndose en un exportador de géneros, principalmente a Argentina. Por razones que aún se desconocen, emigró a Chile, formando familia el año 1811 al casarse con Agustina del Barril.[2]
Tuvieron cuatro hijos, de los cuales sólo dos sobrevivirían, Agustín y Clara. Agustín se dedicó al comercio, abriendo una tienda en la capital, en donde conoció a María Luz del Rosario Chacón Barrios, con quien contrajo matrimonio en 1838.
Sus padres
La joven pareja formada por Agustín Prat del Barril y Rosario Chacón Barrios se casó el 26 de octubre de 1838 y se estableció en Santiago, abriendo una tienda que un tiempo después fue consumida completamente en un incendio, quedando en la ruina. Tuvieron pues, que abandonar la capital y trasladarse a la hacienda San Agustín de Puñual en Chillán, (Provincia de Ñuble), a la sazón explotado por Andrés Chacón, hermano de Rosario.
Continuaron viviendo un sino trágico, tres de sus hijos murieron en la más temprana niñez, contrayendo Agustín una enfermedad incurable (parálisis progresiva), que lo fue destruyendo. Sería en esa hacienda donde verían nacer a su cuarto hijo, Arturo Prat Chacón.
Niñez e infancia
Llevaban los padres viviendo juntos una década, cuando el día 3 de abril de 1848 nació su hijo Arturo.
De salud delicada, parecía que el niño estaba condenado a seguir el destino de sus demás hermanos. De principio no gritó al nacer, siendo un niño de contextura muy frágil.
Su madre, no obstante, estaba dispuesta a luchar. Confió la salud de su hijo a Silesia Vincent Priessniz, que llevaba años divulgando las ventajas y virtudes de la hidropatía y los sudores hidropáticos llamado método Priessniz.[3]
El padre fue tentado por la fiebre del oro de California, aventurándose con otros chilenos a probar fortuna en los Estados Unidos, aventura que le costó la ruina económica, viéndose la familia obligada a vender la hacienda, por lo que debieron regresar a la capital chilena.
La familia Prat encontró solvencia con una chacra (situada en la actual comuna de Providencia) que poseía Pedro Chacón, en las entonces, cercanías de la ciudad. Allí transcurrieron los años de infancia del futuro héroe.
Se fue desarrollando físicamente, dejando atrás su condición "casi raquítica y enfermiza", según la descripción de su tío Jacinto Chacón.[2] Se le atribuyó el cambio al método Priessniz, pero lo más probable es que fuera resultado del ambiente estimulante de la chacra, de su afición por los ejercicios físicos y al espíritu de superación que le inculcó desde temprano su madre.
En 1854 se vendió la chacra, trasladándose la familia a una modesta casa en la calle Nueva de San Diego (llamada hoy día Arturo Prat).
En 1856 el niño inició sus estudios en una escuela inaugurada ese año en la misma calle, la cual se conocía como la "Escuela de la Campana", debido a una torre con una campana que tañía para llamar a las clases. El director de esta escuela era un connotado profesor, José Bernardo Suárez.
Alumno de buena conducta, a excepción de pleitos y travesuras propias de la niñez, tenía problemas con las matemáticas, específicamente con la aritmética. Pero logró superarlos y obtener distinción el año 1856 en lectura, geografía, religión y la propia aritmética.
Dejó la escuela el 25 de agosto de 1858, y el día 28 de ese mismo mes ingresó a la Escuela Naval del Estado, futura Escuela Naval Arturo Prat.
Juventud de mar
La Escuela Naval
Prat ingresó a la Escuela Naval gracias a las becas creadas por el presidente Manuel Montt Torres para el ingreso a esa institución. Eran dos becas por provincia, una de Arauco toca a Prat, otra a Luis Uribe Orrego. Ambos tenían como apoderado a don Jacinto Chacón (tío de Arturo y padrastro de Uribe), convirtiéndose los dos niños en casi hermanos.[2]
Dirigía la escuela por esos años el francés Juan Julio Feillet, secundado por otro francés, don Anatolio Desmadryl. Forman parte el joven Arturo y su amigo Luis, del llamado "curso de los héroes", integrado, entre otros, por Carlos Condell de la Haza, Juan José Latorre y Jorge Montt Álvarez, todos ellos personajes destacados en la futura Guerra del Pacífico.[2]
Su primer año sería irregular en los estudios, distraído, continúan sus dificultades con las matemáticas. Pero al igual que en la escuela, se sobrepone y logra una medalla de plata por sus logros.
En 1859, su segundo año como cadete, los alumnos deben iniciar el aprendizaje náutico. Su primer viaje de instrucción se realizó en el vapor "Independencia" con maniobras de vela y aparejo, para seguir después con las prácticas de marinería y artillería.
En enero de 1860, Arturo Prat aborda por primera vez la casi nueva "Esmeralda". Sigue su aprendizaje náutico: embarque y desembarque, simulacros de combate y otros. En julio de 1861 egresa de la Escuela Naval, siendo "primera antigüedad" (el más distinguido del curso). Obtiene el grado de guardiamarina sin examen.[2]
Continuó los viajes de práctica, siempre en la "Esmeralda", a la cual cariñosamente se le apoda La Macarrona, donde ocurrieron hechos dignos de destacar, como el incidente del "Infernal".
El "Infernal" era una nave francesa, en donde se almacenaba todo tipo de explosivos y municiones. Por ende, podría hacer honor a su nombre si alguna vez se incendiara. Y esa vez llegó el 1 de octubre de 1861, al aparcar una nube de humo negro sobre la nave, ubicada en la bahía de Valparaíso. Se encontraba allí mismo la "Esmeralda", que envió inmediatamente botes a aplacar el siniestro. Uno de estos botes era conducido por el guardiamarina Arturo Prat, quien después de dos horas de lucha contra el fuego debió retirarse de la nave con los demás marineros, produciéndose el daño temido, en barcos y edificios aledaños.
Guerra con España
El 21 de julio de 1864 Prat da la prueba de teoría y práctica necesaria para pasar de guardiamarina sin examen a guardiamarina examinado, pasándola destacadamente. Ese mismo año se producían incidentes que desembocarían en la guerra contra España, detonada por la desaprobación chilena frente a la ocupación de las islas Chincha (peruanas) por la escuadra española. Declarada la guerra, sería el bautismo de fuego para Prat y sus compañeros.
Comandaba la "Esmeralda" por aquél entonces, Juan Williams Rebolledo, quien planeó la recuperación del vapor chileno "Matías Cousiño" y la captura de la goleta española "Covadonga". El día 26 de noviembre de 1865, acaeció el combate naval de Papudo, el cual rápidamente se inclinó al bando chileno, superior en poder de fuego, quien capturó al barco vencido. La captura de la "Covadonga" repercutió en que todos los marineros partícipes del acto fueran ascendidos en un grado, convirtiéndose Prat en teniente segundo. Con deseos de compensar la derrota de Papudo, la escuadra española buscó otro enfrentamiento con las naves aliadas (a Chile se le sumó en la guerra el Perú y Ecuador).
Los esfuerzos de revancha, se realizaron en las cercanías de Chiloé, en el llamado combate naval de Abtao, el 7 de febrero de 1866. El combate fue solamente de artillería entre la "Covadonga" y las naves hispanas "Villa de Madrid" y "Blanca", pues las otras naves aliadas quedaron inutilizadas por falta de carbón o por lo rocoso del estuario. Prat servía entonces en la "Covadonga", nave que resistió con fortuna el bombardeo hispano. No hubo bajas en los aliados, mientras que los españoles tuvieron dos muertos. Las naves aliadas estaban, al momento del combate naval de Abtao, al mando del capitán de navío AP Manuel Villar en reemplazo de Juan Williams Rebolledo, quien había partido el 5 de febrero, a Ancud con la "Esmeralda", en procura de carbón y víveres, para los BAP "Unión" y "América" que habían arribado el día anterior a los canales de Abtao, luego de una larga travesía desde el Perú.
Joven oficial
Tras la guerra, Prat realizó numerosos viajes marítimos, en el interior y el exterior, por ejemplo a las islas Juan Fernández e isla de Pascua (en la corbeta Esmeralda al mando de Policarpo Toro), Magallanes y al Perú. Durante este último viaje, realizado en 1868, se encargó de transportar auxilios a los afectados del terremoto de 1868 de ese mismo año; y luego repatriar los restos de Bernardo O’Higgins, sirviendo a las órdenes de Manuel Blanco Encalada.[2]
El 9 de septiembre, Prat se convirtió en teniente primero. Entonces el futuro héroe vuelve a la Escuela Naval, pero esta vez como instructor. Desde 1871, sería oficial detall (ayudante de segundo comandante) de la "Esmeralda", por lo que le correspondían diversos cargos en la escuela (profesor, subdirector, director interino), encomendándosele los cursos de ordenanza naval, derecho, táctica naval, cosmografía, etc. Igualmente tuvo que estacionarse cuatro años (1871-1874) con la corbeta en el puerto de Mejillones. Alcanzó los grados de capitán de corbeta graduado (1873) y efectivo (1874). Fue un esforzado profesor, que luchó contra la falta de recursos del medio para impartir una educación de calidad. Realiza él mismo las traducciones de los libros del francés al español.
Le cupo enfrentar una situación particular a Prat por aquellos años. El 24 de mayo de 1875, se encontraba la "Esmeralda" en Valparaíso, mientras Prat guardaba licencia por estar enfermo. El comandante del barco, Luis Alfredo Lynch, también se encontraba con licencia, estando la nave a cargo del teniente Constantino Bannen. Estalló un violento temporal en la bahía, el "Valdivia" rompió sus amarras y se precipitó a la "Esmeralda", que por su parte impactó con el "Maipo". Parecía inevitable el naufragio de la "Esmeralda", cuando llegaron Prat y Lynch. Lograron éstos ser transportados por los boteros al navío, pero las olas violentas inmovilizaron la embarcación. Arturo Prat se arrojó al agua y nadó hasta el buque subiendo por una cuerda (como lo hiciera instantes antes Lynch), donde trabajó febrilmente con una cuerda atada por la cintura al mástil, para realizar las maniobras de salvamento. Consistía ésta en varar la nave de proa contra la playa y asegurarla allí mediante cordajes. No resultó fácil, pero al fin, se logró la varazón. Luis Alfredo Lynch recordaría después "la imperturbable serenidad ante el peligro" de Arturo Prat.[4]
La reparación de la "Esmeralda" fue difícil y larga y su costo se elevó a 100.000 pesos. Lynch tuvo que enfrentar un sumario en su contra por las responsabilidades que le cabía, pero logró salvarse por un empate en la votación. Durante todo el sumario Arturo Prat siempre fue fiel a su superior apoyándolo en lo que pudo.
Concluidos los exámenes de mayo de 1876, el gobierno chileno cerró la Escuela Naval. Chile no necesitaba más oficiales, bastaba con los existentes, explicó el gobierno, a solo tres años de la guerra del Pacífico.
Prat, que dejó a Condell a cargo de la "Esmeralda", desembarcó y fue nombrado ayudante de la Gobernación Marítima de Valparaíso (por sus estudios de abogado). Era diciembre de 1876, ya era capitán de fragata graduado, pero a la nave de su destino solo volvería una vez iniciada la guerra.
En 1877, fue destinado por un tiempo a la Argentina en comisión de servicio.
Prat abogado
Los estudios
En 1870, Arturo iniciaría el camino de convertirse en abogado. A Prat siempre le habían interesado las leyes, por lo que decidió obtener un título profesional. Se inició con su egreso como alumno libre de Humanidades en el Liceo de Valparaíso y el Instituto Nacional. En el año 1871 consiguió la cédula del bachillerato en Filosofía y Humanidades, requisito para estudiar Derecho, encontrándose entre sus examinadores el reputado historiador Diego Barros Arana.[2]
Al año siguiente empezó los estudios del derecho en propiedad, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, estudiando a bordo de la "Esmeralda", ese año en Mejillones. Regresado de su misión solicitó ser examinado en Valparaíso, aprobando los ramos requeridos. En 1875, inicia la práctica de la abogacía, requisito anterior al título, en un estudio jurídico porteño.
En julio del año siguiente, Prat aprueba los últimos cursos, está ahora listo para licenciarse, por lo que deberá sortear una cédula entre diversos ramos y dar examen sobre ella. Su cédula es derecho romano, que logra pasar los días 24, 25 y 26 de julio, junto con que lograsen aprobar su memoria "Observaciones a la ley electoral vigente ". Ahora el título está a un sólo paso, rendir el examen final ante los jueces de la Corte Suprema.
El 31 de julio de 1876, a las 11.00 horas, un capitán de corbeta con uniforme de gala y espada al cinto atraviesa los pasillos de la Corte Suprema de Justicia; viene a dar su examen final ante los jueces máximos exigido por la ley para ejercer la abogacía.
Pero sorpresivamente, Prat se entera que los jueces han resuelto no oír exámenes ese día. Insistió el novel abogado que había sido citado para aquel día y que su tiempo como marino era muy limitado, pidiendo una audiencia ante el presidente de la Corte Suprema Manuel Montt Torres. Convenció a éste de que se le dejara examinar, y finalizado el día y junto a los aplausos de los miembros del tribunal, Prat se convierte en abogado, a los 28 años de edad.[2]
Con anterioridad a su examen final, ya Prat había desempeñado las labores de abogado al defender al ingeniero Ricardo Owen, acusado de desobediencia y después a su amigo y compañero Luis Uribe Orrego, acusado del delito de desobediencia y desacato a sus superiores. En la primera ocasión tuvo éxito, pero defendiendo a su amigo no tanto, pues fue condenado por seis votos en contra a seis meses de presidio. Una amnistía del Presidente salvaría a Uribe y a su carrera naval de este destino.
Jurista
Prat ejerció por muy poco tiempo su recién adquirida profesión. Se dedicó principalmente a resolver los problemas legales de los Chacon y los Carvajal, como también problemas relacionados con lo naval.
Aspiró a ser auditor de Marina, pero sólo fue investido como "ayudante" (principalmente debido a su escasa experiencia), encomendándosele los aspectos jurídicos de la Comandancia General de Marina. Además Prat tuvo que soportar envidias encubiertas y hostilidades de sus pares por el hecho de ser abogado, quienes le mantenía una cierta distancia.
Aquí Prat realizó una remodelación completa al sistema legal de la armada, empezando por la Ley de Navegación, presentando 152 modificaciones a ésta, de las cuales gran parte fue aceptada.
También se encargó de regularizar el tema de los ascensos, para evitar que influyeran las relaciones sociales, los cuoteos políticos y otras cosas distintas del mérito propio y la antigüedad. Prat murió sin ver publicado este código de marina.
Observaciones a la ley electoral vigente
Su tesis titulada Observaciones a la ley electoral vigente contiene importantes pistas acerca de su pensamiento político. Fue escrito en el marco de la promulgación de la nueva ley electoral, durante el gobierno de Federico Errázuriz Zañartu, en el que se establecía la institución de los mayores contribuyentes y el voto acumulativo para los diputados. Prat analiza esta ley según la perspectiva (un tanto ingenua) de que era posible con esta ley avanzar en la libertad electoral. Señala las contradicciones y oscuridades del texto, pero recalca que es una ley "eminentemente liberal".
Termina diciendo Prat:
"buena en el fondo, tiene la necesidad de serias e importantes reformas en materia de reglamentación, si ha de alcanzar el alto objetivo que está a ser destinada: ser garantía eficaz de que el resultado de las urnas sea feliz expresión de la voluntad nacional".
Como ya se dicho, en el texto se ven las ideas políticas de Prat, de corte netamente liberal (aunque un liberalismo común, "que está en el aire" se podría decir), y de una gran ingenuidad (ni con todas sus indicaciones la ley podría impedir la intervención del ejecutivo).
Hombre de familia
Noviazgo y matrimonio
Acostumbraba don Pedro Chacón a dar una o dos veces por semana alguna tertulia en su casa porteña. Arturo iba a ellas frecuentemente, al igual que lo hacía la cuñada de Concepción Chacón, Carmela Carvajal. En esas alegres tertulias se conocieron y enamoraron ambos, amor que duraría toda la vida. De regreso del viaje que repatrió desde Perú los restos mortales de O’Higgins, trajo Prat regalos para Carmela, un costurero, un abanico, una cruz de plata y un tarjetero de marfil.
La relación era muy obvia pero muy reservada para Prat, se molestaba cuando hacían relación a su noviazgo. Además de la timidez natural, otra de las razones por la que se molestaba Prat era el temor de formalizar una relación para la cual no tenía el dinero con que mantener un matrimonio.
Cuando se enteró de que sería ascendido a capitán de corbeta, se decidió finalmente pedir la mano de Carmela, el año 1873. Un poco posterior a esto, se encuentra la única carta de amor de Prat a su novia llegada hasta nosotros:
"Mi Carmela, mi vida, mi tesoro, tengo que decirte, incluso el que te adoro cada día con más vehemencia, no lo hago ahora porque temo empeorarme. Recibe el corazón apasionado de tu Arturo".[5]
El 5 de mayo de 1873 tocaban las campanas nupciales en la iglesia San Agustín de Valparaíso. Se tendió una alfombra roja, por la que pasó la radiante novia de 22 años, huérfana de madre y padre desde niña, crecida al amparo de sus hermanos que la relacionaron con la familia Chacón, que la adoptó como una más de la familia. Alta, esbelta y bella, se encontró con un Arturo Prat robusto, de amplia frente por su calvicie, espesa barba y de paso firme. Los bendijo el clérigo José Francisco Salas, a las 10.30 horas. Eran ya marido y mujer.
Prat trataba a su mujer como una igual, como una compañera (algo difícil de encontrar en la época decimonónica), encargándole por ejemplo del presupuesto familiar, y él mismo haciéndose cargo de algunos de los problemas domésticos: "A cada momento me parece que te veo rendida de mecer a nuestra hija, sin que a tu lado esté y compartir, aunque sea en pequeño, tus trabajos...".
Su Familia
Los recién casados pasaron su luna de miel en Quillota, desde donde se dirigían a las Termas de Cauquenes. Después, el esposo regresó a Valparaíso, para retomar sus deberes navales. Sólo en octubre se reuniría de nuevo con su mujer.
Para esa fecha, Carmela estaba embarazada de su primera hija. Prat anotó para el acontecimiento del nacimiento de su hija:
"El 5 de marzo nació Carmela de la Concepción a las 9.35 AM, en circunstancias que el día anterior me había ido yo a Santiago... El 5 de abril fue bautizada en la Parroquia del Espíritu Santo, siendo los padrinos la Conchita con José Jesús...[6]"
- "Se me figura que ha de estar muy viva, risueña, juguetona... Anoche soñé con ella y parecía que me conocía y aunque con carita un poco afligida, me echaba los bracitos al cuello..."[7]
Pero al igual que los malogrados hermanos mayores de Prat, la niña heredó una contextura en extremo frágil y enfermiza. Arturo le escribe a Carmela: "Continúa usando la homeopatía para mi hijita y avísame luego que esté sana". Tenía, sin duda, la esperanza que el método que (supone él) le curó su condición endeble, hiciera las mismas maravillas en Carmelita.
Pero no funcionaba, la vida de la niña se iba extinguiendo cada día más, para desesperación de una madre impotente y un padre desesperado en la plegaria.
"¡Pobre angelito!, ya no puedo verla, al menos quiero que esté sana".[8]
El problema de Carmelita, una hernia causada por el retiro del cordón umbilical, al que se le agregaban diferentes males (diarrea, fiebre, etc.).
Para desesperación de Prat, al término de su estación anual, debe ser transportado al centro del país por el "Abtao", que no llega. El domingo 13 de diciembre finalmente llega el vapor y le escribe a su mujer: "Luego pues te voy a ver, como también a mi hijita que espero que esté completamente sana..."[9]
Pero la niña había muerto hacía una semana, el día 5. Al anochecer le llega una carta desoladora de su mujer: "Arturo de mi corazón: nuestro querido angelito sigue mal; siento que mi corazón desfallece de dolor y tú no estás para sostenerme... Si te fuera posible venirte, sería mi único consuelo. No desesperes mi bien, piensa en tu infeliz Carmela"[10]
Más desesperación para Prat, el vapor no podrá salir hasta el día 18.
Todas sus esperanzas fueron destruidas en el viaje, con una esquela de pésame, entregada en algún puerto intermedio, firmada por Juan José Latorre.
Anotó Arturo, al pie de la carta anterior de Carmela:
"El 5 de diciembre, a las 1 horas 3 minutos de la noche, murió mi hija Carmela de la Concepción. Esta carta es la destinada a anunciármelo, la amargura que revela debiera habérmelo hecho comprender, pero tan dulce es la esperanza".[11]
Posteriormente, nacieron sus otros dos hijos: Blanca Estela y Arturo Héctor. Su único hijo varón nació a fines de 1878, durante su estadía en Argentina antes de la Guerra del Pacífico. Fue bautizado con su nombre en contra de su voluntad, pues él no quería que su hijo se llamara Arturo, sino que tuviera un nombre más heroico.
Guerra del Pacífico
Prat realizó servicios especiales en la Argentina antes de que estallara la guerra del Pacífico, específicamente en Buenos Aires, como agregado naval a la embajada chilena en ese país.
Cuando estalló la guerra, Prat no era muy bien visto entre sus pares a causa de su mejor preparación académica, y en cierto modo fue excluido de las primeras acciones y preparativos de la Armada, fue designado ayudante de la Comandancia General de Marina, puesto que a Prat le disgustaba, puesto que sentía que se le negaba su participación en las acciones de la Marina.
Cuando don Rafael Sotomayor Baeza debió ir a Antofagasta por instrucciones del Gobierno, solicitó un ayudante, siendo designado Arturo Prat. Prat, renuente en un comienzo, acató la orden y acompañó a Sotomayor y se ganó la confianza de este durante el viaje.
Estando ambos embarcados en el blindado «Blanco Encalada», fue designado para notificar el bloqueo de Iquique a sus autoridades peruanas, lo que realizó sin amilanarse de la actitud hostil de sus pobladores. Aparentemente Prat consiguió bajo las premisas de Sotomayor, el ser considerado en las acciones, cuando estuvo en Antofagasta.
Se le asignó el mando de la «Covadonga». El 3 de mayo la corbeta «Abtao», al mando del Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza y la «Covadonga», al mando de Arturo Prat, zarparon a Iquique recalando en ese puerto el día 10 de mayo.
Para dar cumplimiento al plan concebido por el Almirante Juan Williams Rebolledo, de atacar a la escuadra peruana en el puerto de El Callao, éste designó como Comandante de la «Abtao» a Manuel Thompson, que comandaba en ese momento la corbeta «Esmeralda», siendo reemplazado por Arturo Prat y designando Comandante de la «Covadonga» a Carlos Condell de la Haza.
El 16 de mayo, la Escuadra zarpó a El Callao con el plan de sorprender a los buques peruanos, pero ese mismo día zarpaban desde ese puerto el monitor «Huáscar» con la fragata blindada «Independencia», con destino a Arica, con el objeto de llevar refuerzos, armamento, municiones y vituallas, cruzándose ambas escuadras, sin avistarse.
Combate Naval de Iquique
El día 21 de mayo de 1879, a las 6:30 de la mañana, al despejarse la neblina, el vigía de la «Covadonga» dio aviso de la presencia de otros navíos con el grito "¡Humos al norte!". Debido a la camanchaca no se podía identificar a los recién llegados y por unos momentos se pensó que había regresado la escuadra chilena. Posteriormente, a las 6:45 horas, un marinero de la Covadonga logró observar con claridad las arboladuras de los buques y reconocerlos como peruanos. Ante esa información, Condell ordenó dar un tiro de aviso a la Esmeralda anclada en puerto.
En ese momento el almirante peruano Miguel Grau arenga por megáfono a su tripulación:
-Tripulantes del Huáscar, estamos a la vista de Iquique, allí están nuestros afligidos compatriotas de Tarapacá y allí está el enemigo, impune aún. ¡Ha llegado la hora de castigarlo!, espero que lo sabréis hacer."[12]
Carlos Condell de la Haza avisó a Prat y éste, al ver la diferencia de potencial entre ellos y su enemigo, pronunció ante sus compañeros de armas su famosa arenga:
"Muchachos, la contienda es desigual, pero, ánimo y valor. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Por mi parte, os aseguro que mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar, y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber. -¡Viva Chile!... ¡Viva!"[13]
La Esmeralda era para ese entonces, una vieja corbeta de madera de 850 toneladas y 200 caballos de fuerza, con 8 cañones de 40, 4 de 30 y 2 de 6 libras. Al iniciarse la acción, Prat ordenó a Condell seguir sus aguas y la Covadonga se reunió con la Esmeralda y el Lamar al centro de la bahía. A las 8:15, la primera andanada da entre medio de las naves, Prat ordena levantar el andar a la corbeta Esmeralda, más atrás le sigue la Covadonga. A las 8:25 una segunda andanada cae y un tiro del Huáscar da de lleno en el estribor y lo pasa entre las bandas de la Covadonga a la altura de la base del trinquete, mata al cirujano Videla y decapita a su ayudante, dejando herido de muerte a un marinero.
El transporte Lamar iza bandera estadounidense y escapa al Sur, Condell extrañamente cambia su rumbo tras la Esmeralda y se dirige detrás de este buque, hacia el sur.
Prat, al ver el comportamiento de Condell exclama: -¿Qué hace Condell?-[14]
Grau ordena a la fragata Independencia, al mando de Moore, cerrarle el paso a la Covadonga y a Lamar.
Condell ignora esta orden de Prat y sigue al transporte Lamar el cual logra escabullirse.
La Independencia al mando del comandante Juan Guillermo Moore le sigue.
El monitor "Huáscar", en cambio, pesaba 1.130 toneladas, blindaje de 4 ½ pulgadas, 2 cañones de 300 libras de avéncarga, ubicados en la torre giratoria, y 11 millas de velocidad a su máxima capacidad.
El Almirante Miguel Grau Seminario capitán del «Huáscar», encomienda a la Independencia continuar con la persecución de la «Covadonga», mientras él acababa con la "Esmeralda".
Prat baja a su camarote, se viste con su uniforme de parada, mete el retrato de su esposa y otros objetos y sube rápidamente al puente de mando.
Prat rápidamente posicionó ésta al frente de la costa, a 200 metros de ella, obligando al "Huáscar" a disparar por elevación para no dañar al pueblo peruano que se reunió en multitudes en la playa para avistar el combate.
El General Juan Buendía, comandante de la plaza peruana de Iquique, hace emplazar cañones de artillería en la playa y manda en un falucho rápido un emisario con una advertencia al Huáscar.
Grau, informado erróneamente que la Esmeralda estaba rodeada de torpedos, se detuvo a 600 metros de ella y empezó a disparar con sus cañones de 300 libras, sin lograr darle durante hora y media, esto debido a la inexperiencia de los marinos peruanos en el manejo de la torre de Coles del monitor, a lo que le contestaba la tripulación chilena con sus cañones de 30 libras y fuego de fusilería, impactos que rebotan inútilmente sobre la maciza coraza blindada del Huáscar.
En la costa, los peruanos instalaron una batería de cañones de 9 libras, y empezaron a bombardear al barco chileno, al que le llegó una granada de tierra que mató a tres hombres. Los tiros de estas baterías de tierra serían los que provocarían una carnicería a bordo.
Prat ordenó mover el buque que lentamente maniobró dando apenas 4 nudos, ya que su máquina estaba defectuosa y reventó una de sus calderas y se posicionó a 1.000 metros al norte de la ciudad y a 250 de tierra, donde duraría hasta su hundimiento.
Esta maniobra hizo ver a Grau de la inexistencia de los torpedos que supuestamente rodeaban a la Esmeralda. Uno de los tiros del Huáscar llega de lleno en la cubierta y decapita al corneta de órdenes, y mutila a los sirvientes de un cañón. La cubierta de comienza a teñir con la sangre de quienes caían.
La situación de la Esmeralda es desesperada al verse batida y desmantelada por las baterías apostadas en la playa y por los cañones del Huáscar. Grau desde su torre blindada exclamaba al cirujano del Húascar: "Cómo se baten estos chilenos"[15]- impresionado por la valentía demostrada por el enemigo.
A las 11.30 Grau viendo la inútil carnicería que se cernía sobre la ya desmantelada y porfiada corbeta y queriendo terminar el combate que ya iba para las 4 horas ordenó espolonear a la Esmeralda. El monitor retrocedió para tomar impulso y se lanzó sobre el lado de estribor.
Al dar el espolonazo por el lado de popa, Prat, con espada en mano, gritó: "¡Al abordaje muchachos!", grito que por el estruendo del choque sólo lo escuchó el sargento Juan de Dios Aldea quien salta junto a Prat junto con un marinero de nombre Arsenio Canave, quien resbala y cae al mar al momento del retroceso del monitor, trepando a este para luego morir en su cubierta. El sargento Aldea sigue solo a Prat armado con un hacha de abordaje y una pistola.[2] Ya en cubierta Prat y Aldea se dirigen resueltamente a la torre de mando del monitor enemigo, Grau al percatase de la acción de los marinos chilenos ordena apresarlos, el teniente peruano de apellido Velarde intenta cumplir la orden de su superior, pero al abrir el escotillón recibe un tiro mortal y fallece. Esto enardece a los defensores parapetados en la estructura.
Al aproximarse a la torre artillera Aldea recibe una descarga de fusilería en pleno vientre que lo deja agónico sobre cubierta, solo sigue Prat, la marinería peruana contemplaba atónita la escena de coraje. Grau reitera las órdenes de capturar vivo al capitán chileno.
Llegado a la cubierta avanzó hacia la torre de mando, pero fue alcanzado por un disparo en las rodillas. Mas logró sostenerse sobre su rodilla, pero un marinero peruano de raza negra de apellido Portal, salido de la torre de artillería, lo fulminó casi a quemarropa con un certero tiro en la frente o un hachazo, dejandolo agónico o muerto.[16]
Desde la "Esmeralda" se vio con horror el sacrificio de su jefe, y al realizar Grau un segundo espolonazo, esta vez hacia proa de la Esmeralda, Ignacio Serrano gritó nuevamente "¡al abordaje!", subiendo él y diez hombres a la cubierta del Huáscar, pero fueron muertos a balazos por las ametralladora Gatling montadas en el puente y por los marinos del monitor. Ignacio Serrano es el único sobreviviente quien recibe heridas en toda la zona genital y sus gritos son atroces por el dolor. Rápidamente Grau le hace recoger y llevarlo a la enfermería en estado de shock, donde es dejado junto al agónico sargento Aldea.[2]
Finalmente un tercer espolonazo, esta vez al centro de la nave es fatal y marcando la sentencia de muerte de la nave, ya nadie más pudo saltar por la falta de altura, ya que se hundía de forma irremediable, mas, el pabellón chileno fue lo último que tocó el mar. El último tiro lo efectuó el Guardiamarina Riquelme quien se hundió con la pieza artillera. Eran ya las 12.10 de la tarde. Un silencio sepulcral ronda el escenario, ningún vitor se escucha en el momento del hundimiento.
Posteriormente el Almirante Miguel Grau, demostró hondo pesar por la muerte de Prat y le rindió respetos, en una actitud que "demuestra su caballerosidad y hombría"[2] e hizo tomar acta de sus pertenencias.
Epílogo
Luego del combate, el Almirante Grau ordenó que los objetos personales de Prat, diario personal, uniforme, espada entre otros fueran devueltos a la viuda de Prat.
Junto con ellos, Carmela Carvajal recibió una carta del Almirante peruano, demostrando la calidad personal de su rival, la hidalguía y sus altos valores morales, por lo que fue denominado luego "El Caballero de los Mares".
Grau asimismo ordenó el rescate de los marineros chilenos sobrevivientes apenas se repararon las chalupas y les dio ropa seca y alimentos, reteniéndoles en la cala de popa del monitor. De haberlos dejado en el agua, a aquellos que sobrevivieran, la turba euforizada de Iquique podría haberlos matado.
En la rada de Iquique, ese día, Chile perdió un viejo buque de madera, pero la muerte de Prat permitió movilizar a la población chilena en torno a la causa común de la guerra, y esto sería a la postre uno de los factores de la victoria chilena en la Guerra del Pacífico, siendo el determinante la superioridad de su escuadra.[2]
Reconocimiento
En la Escuela Naval del Japón existen tres bustos de los que se consideran los tres referentes en los que debe inspirarse todo futuro oficial, Horacio Nelson, Arturo Prat Chacón y Tōgō Heihachirō.[17]
Comentarios
- Se cree que Prat mató al teniente segundo Jorge Velarde, según lo afirman los mismos peruanos del Huáscar, de hecho fue la única baja peruana a bordo del Huáscar.
- Algunas versiones aportadas por Peruanos apresados junto al Huáscar, tal como fue publicada en el Boletín de la guerra del Pacífico. Francisco Lena, Portugués de 31 años y guardián 2° del Huáscar, indica que fue Portal el marinero que le dio el hachazo en la frente. Otro prisionero sin nombre, expone en la entrevista que se publicó el 29 de octubre de 1879 en el Boletín de la guerra del Pacífico, que el fue uno de los cuatro que tomaron en brazos al comandante de la Esmeralda para trasladarlo a la cámara del comandante Grau.
- Los restos de Prat reconocidos por el español avecindado en Iquique, Alejandro Llanos describen una fatal herida en la frente de Prat. Posteriormente reconocidos los restos desde su traslado desde Iquique a Valparaiso, se hizo evidente que la herida recibida en la frente de Prat necesariamente debió ser mortal y sin posibilidades de sobrevida.
- Arturo Prat será uno de los héroes que tendrán su episodio en la serie Héroes, la gloria tiene su precio, la cual será protagonizada por Andrés Waas, y en la película "Esmeralda 1879".
Bibliografía
Publicaciones propias
- Prat Chacón, Arturo (1876). Observaciones a la ley electoral vigente. Valparaíso: Imprenta del Mercurio. 36 p..
Biográficas
- Bulnes, Gonzalo (1911). Guerra del Pacífico. Valparaíso: Sociedad Imprenta Litografía Universo. Tres tomos.
- Fuenzalida B., Rodrigo (1976). Vida de Arturo Prat. Santiago de Chile: Andrés Bello.
- Guerrero Vergara, Ramón (1879). El capitán de fragata Arturo Prat: estudios sobre su vida. Santiago de Chile: Imprenta de la Librería del Mercurio.
- Sater, William F. (2005). La imagen heroica en Chile. Arturo Prat, santo secular. Santiago de Chile: Ediciones Centro de Estudios Bicentenario. ISBN 956-8147-10-1.
- Toribio Medina, José (1952). El capitán de fragata Arturo Prat; El Vicealmirante Patricio Lynch. Valparaíso: Armada de Chile.
- Vial Correa, Gonzalo (1995). Arturo Prat. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello. ISBN 956-13-1306-5.
- Vicuña Mackenna, Benjamín (1883-1885). El Álbum de la gloria de Chile. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes. 2 v..
- Vicuña, Bernardo (1879). Biografía completa de Arturo Prat. Valparaíso: Imprenta del Mercurio. 2 v..
Notas
- ↑ a b En aquel momento perteneciente a la República del Perú, pasó a manos de Chile en 1884.
- ↑ a b c d e f g h i j k l m Chilenos del bicentenario, Gonzalo Vial; Arturo Prat
- ↑ Gonzalo Vial, p. 36-38
- ↑ Rodrigo Fuenzalida, Vida de Arturo Prat, cap. XXXIV
- ↑ Carta de Arturo Part a Carmela Carbajal, 7 de febrero de 1873
- ↑ Vial, p. 82
- ↑ Carta de Arturo Part a Carmela Carvajal, octubre de 1874
- ↑ Carta de Arturo Part a Carmela Carvajal, 21 de septiembre de 1874
- ↑ Carta de Arturo Part a Carmela Carvajal, 13 de diciembre de 1874
- ↑ Carta de Carmela Carvajal Arturo Prat, diciembre de 1874
- ↑ Carta de Carmela Carvajal Arturo Prat, diciembre de 1874
- ↑ “Correspondencia marítima” a la Opinión nacional, de Lima. Pascual Ahumada, Guerra del Pacífico, Tomo I, p.336
- ↑ Luis Uribe, Los combates navales de la guerra del Pacífico, cap. III, p 28.
- ↑ Juan Agustín Cabrera, El combate naval de Iquique (21 de mayo de 1879)
- ↑ Gonzalo Bulnes, Guerra del Pacífico, tomo I, cap VIII, p187
- ↑ Sobre este punto no hay informes claros y concisos
- ↑ Idiáquez, Antonio (11 de junio de 2004). «Discurso del Comandante del Buque Escuela Esmeralda al arribo de la unidad al puerto de Tokio, en Japón». Consultado el 2008-10-26
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redundantes (ayuda)
Enlaces externos
- Wikisource contiene obras originales de o sobre Arturo Prat.
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Arturo Prat.
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Arturo Prat.
- Biografía en Armada.cl
- Escuela Naval "Arturo Prat Chacón"
- Carmela Carvajal y Arturo Prat Chacón: un gran amor
- Conmemoración natalicio de Arturo Prat Chacón
- El Estudiante de Derecho y Abogado.
- Imagen de Billete $10.000 chileno