Urraca la Asturiana
Urraca Alfonso "la Asturiana" (Pelúgano, Aller, Asturias, 1133 – Palencia, 1189). Reina consorte de Pamplona por su matrimonio con el rey García Ramírez de Pamplona.
Primeros años
Era hija ilegítima de Alfonso VII el Emperador, rey de León, y de Gontrodo Pérez, hija del magnate asturiano Pedro Díaz de Valle y de su esposa María Ordóñez, fruto de la relación que sus padres mantuvieron en el Castillo de Soto. Fue separada de su familia materna e instruida por su tía paterna, la infanta Sancha Raimúndez, hermana de Alfonso VII el Emperador. Urraca Alfonso fue la primogénita de los hijos de Alfonso VII el Emperador, ya que su medio hermano Sancho III el Deseado, que llegaría a ser rey de Castilla, e hijo de Alfonso VII con la reina Berenguela de Barcelona, no nacería hasta 1134.
Matrimonio con García Ramírez de Pamplona
El 24 de junio de 1144 se celebró en la ciudad León el matrimonio entre Urraca Alfonso y el rey García Ramírez de Pamplona. Según refiere la Chronica Adefonsi Imperatoris:
El emperador envió legados a los condes, príncipes y duques del reino para que vinieran con toda su milicia a las nupcias reales. La noticia complació a todos, especialmente a los asturianos y a los hombres de Tineo; y obedeciendo la orden del monarca vinieron a las bodas con espléndida comitiva [...]
El aposento nupcial había sido preparado por la Infanta doña Sancha en los palacios reales, ubicados en San Pelayo. Alrededor de dicho aposento pululaba una multitud ingente de histriones, de mujeres y doncellas, cantando acompañados de aparatos de viento, trompetas, cítaras, laúdes y toda suerte de instrumentos.
El Emperador y el rey García estaban sentados en un trono regio elevado a las puertas del palacio imperial; los obispos y los abades, los condes, los duques y los príncipes, en asientos preparados en torno a los soberanos. Caballeros llegados de diversas partes de España atraídos por la fama de los festejos, haciendo correr a sus caballos aguijoneándolos con las espuelas, golpeaban unos tableros preparados al efecto con lanzas, según la costumbre de la tierra, para exhibir así su pericia y su valor juntamente con el de las cabalgaduras. Otros mataban con venablos toros enfurecidos por el ladrido de los perros. Por último, dejaron en medio del ferial a un cerdo para que los hombres con los ojos vendados se apoderaran de él matándole. Los «cazadores», apresurándose a dar muerte al animal, se golpeaban y herían mutuamente, entre el delirio de los espectadores. Y hubo así gran fiesta en aquella ciudad y bendecían a Dios que conducía todas las cosas por buen camino.
Estas bodas se celebraron en la era centésima octogésima segunda después de la milésima, el mes de junio.
Reina de Asturias
Después de seis años de matrimonio, falleció en 1150 el rey García Ramírez de Pamplona. La reina viuda regresó entonces a su tierra natal, siéndole condedido por su padre el gobierno de Asturias, con título de reina, título que Alfonso el Emperador había concedido a su hermana, la infanta Sancha Raimúndez, y a sus hijos Sancho y Fernando.
En Oviedo tuvo como residencia el palacio de Alfonso el Casto, que se hallaba junto a la catedral de Oviedo. Su padre le dio propiedades, entre ellas el séñorío de Aller. La reina Urraca gobernó Asturias entre los años 1153 y 1164, es decir, conservó el poder aún después de la defunción de su padre, acaecida en 1157.[1]Desde 1153, en su corte de Oviedo, gobernó la región respetando el poder de su padre primero y de su hermano Fernando II de León después, reino en el que permaneció la región de Asturias. En este periodo destacó por su generosidad con la iglesia asturiana, a la que hizo numerosas donaciones, destacando las realizadas a la Catedral de Oviedo, así como las que hizo al monasterio de San Pelayo de Oviedo.
Por otra parte, colaboró con su madre en la fundación del Monasterio de Santa María de la Vega, situado en las cercanías de Oviedo, actualmente en estado ruinoso, en el que su madre, Gontrodo Pérez, recibió sepultura, en un sepulcro de piedra que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico de Asturias.[1]
Descendencía
Fruto de su matrimonio con el rey García Ramírez de Pamplona, nació una hija:
- Sancha Garcés (1148-1176). Contrajo matrimonio con Gastón V de Bearne, vizconde de Bearne, fallecido en 1170, sin dejar sucesión de dicho matrimonio. Casó por segunda vez con el conde Pedro Manrique de Lara, II señor de Molina y Mesa, y Vizconde de Narbona.
Contrajo un segundo matrimonio, alrededor del año 1163, con Álvaro Rodríguez de Castro, hijo de Rodrigo Fernández de Castro "el Calvo" y Elo Álvarez. Su segundo esposo fue señor de Chantada y gobernador de Asturias entre los años 1150 y 1171, de Sarria, y de las Torres de León, además de alférez del rey Fernando II de León, y posteriormente su mayordomo.
Urraca y Álvaro Rodríguez protagonizaron un intento de independencia de Asturias en 1164, del que se tiene noticia por un documento del Monasterio de Santa María de Otero de las Dueñas (León) que está fechado así: «cuando la reina doña Urraca y don Álvaro Roderici quisieron que el rey Fernando II perdiese Asturias». De este segundo matrimonio nació un hijo:
- Sancho Álvarez de Castro (1164-d.1196) quien el 23 de julio de 1196 en el Monasterio de San Pelayo, figura como dominante Asturias Sancius Alvari filius regina Urrace[2]
Muerte y sepultura
Se desconoce la fecha exacta de su defunción. Algunos cronistas sitúan su fallecimiento el 26 de octubre de 1164, lo cual es imposible ya que aparece en el Monasterio de Santa María de Sandoval el 25 de febrero de 1178 haciendo una donación a dicho monasterio de unas granjas en diversos sitios. Otros argumentan que la reina Urraca no murió hasta el año 1189,[1]a pesar de que los Anales Toledanos situaron su defunción en el año 1179.[1]
Recibió sepultura en la Capilla de Santa María Magdalena de la Catedral de Palencia, a pesar de que, en un documento fechado el día 24 de febrero de 1161, había dispuesto que su cadáver recibiera sepultura en la Catedral de Oviedo, templo al que había efectuado diversas donaciones, en la Capilla del Rey Casto de la Catedral, junto a los reyes de Asturias allí sepultados, disponiendo además que en caso de que su cadáver recibiera sepultura en otro lugar, se celebrase en su memoria un aniversario solemne en la Catedral de Oviedo.
No obstante, su voluntad no fue respetada y sus restos mortales fueron sepultados en la Catedral de Palencia. En unos estatutos concedidos al Cabildo palentino por el obispo D. Vasco el día 25 de mayo de 1388 se menciona que el capellán de Santa María Magdalena tenía obligación de rogar por el alma de la reina Urraca y por otros individuos sepultados en la misma capilla, recomendación que se repite en una concordia entre el Cabildo palentino y los capellanes de Santa María Magdalena, alrededor del año 1420.
Alonso Fernández de Madrid, canónigo de la Catedral de Palencia en el siglo XVI, dejó constancia en un manuscrito del descubrimiento, en el año 1532, de los restos embalsamados de la reina Urraca, que aparecieron cuando se renovó la Capilla de Santa María Magdalena:
Fue sepultada en Sant Antolin, en la capilla que entonces era la mayor, y agora es la de la parrochia, donde está el Santo Sacramento; y después, en el año de MDXXXIIº, renovándose la dicha capilla, fue hallado entero su cuerpo embalsamado, en una muy buena sepultura, y se puso en lo alto de la pared, en una tumba de madera pintada y dorada, como agora parece, con su letrero.
En 1535, tres años después del hallazgo de los restos de la reina Urraca, se dispuso, mediante acuerdo capitular, que en la Capilla del Sagrario de la catedral de Palencia no se colocasen escudos de armas o epitafios de persona alguna, debido a la suntuosidad de la propia capilla, y a <<estar allí sepultada aquella señora Doña Urraca, reyna de Navarra>>.En la primera mitad del siglo XVI, después del descubrimiento de los restos de la reina, se colocó un epitafio en la urna de madera en la que se depositaron sus restos, que fue colocada suspendida en lo alto de una de las paredes de la capilla. En el epitafio colocado en la urna se usaba una cronología desfasada, lo que ha llevado a sospechar que dicho epitafio, aunque colocado en el siglo XVI, es una mera repetición de uno anterior. Al mismo tiempo se colocó un epitafio en la pared que sostiene el arca que contiene los restos de la reina, que únicamente difiere del grabado en el arca en que éste último se rige por la era de César. El epitafio colocado en el arca que contiene los restos de la reina reza la siguiente inscripción:
HIC REQUIESCIT DOPNA URRACA REGINA NAVARRE UXOR DOPNI GARSIE RAMIRI REGIS NAVARRE, QUE FUIT FILIA SERENISSIMI DOPNI ALFONSI IMPERATORIS HISPANIAE QUI ALMERIAM OBTINUIT, QUE OBIIT IIIIº YDUS OCTOBRIS ERA MªCCªXXªVIIª.
Que traducido al castellano viene a decir:
Aquí yace Doña Urraca, reina de Navarra, esposa de Don García Ramírez, rey de Navarra, que fue hija del serenísimo Don Alfonso, emperador de España que conquistó Almería, que falleció el cuarto día de los idus de octubre de la era mil doscientos veintisiete.
Desde el siglo XVI, los restos de la reina, momificados, yacen en el interior de una caja de madera, con tapa de cristal, introducida a su vez en un arca de madera en la que fueron colocados después de su descubrimiento, siendo ésta última de madera, pintada y dorada, y adornada con los escudos cuartelados de Castilla y León, sostenidos por ángeles tenantes, se encuentra colocado en alto, en el lado del Evangelio, sobre una plataforma de piedra que le sirve de sustento. El arca que contiene los restos de la reina se encuentra en la Capilla del Sagrario de la catedral de Palencia.[3]
En 1896 fueron examinados los restos mortales de la reina, constatándose entonces que seguían conservándose en buen estado desde que había sido examinada durante el reinado de Isabel II. La momia de la reina medía un metro y seiscientos veintidós milímetros y tenía los brazos cruzados sobre la cintura, apreciándose además durante el examen que padeció obesidad, siendo sus manos pequeñas y las piernas rectas y fuertes, y que debió fallecer, a juicio de quienes la examinaron, cuando contaba entre cuarenta y cinco y cincuenta años de edad.[3]
Notas
- ↑ a b c d Del Arco y Garay, Ricardo (1954). «XIII». En Instituto Jerónimo Zurita. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ed. Sepulcros de la Casa Real de Castilla. Madrid. pp. 204-206.
- ↑ Torres Sevilla-Quiñones de León (1999), p. 393
- ↑ a b Nuevos datos históricos acerca del sepulcro de la reina Urraca
Bibliografía
- Fernández Conde, Francisco Javier (2009). «Singularidá d'Asturies na Edá Media Asturies' singularity in the Middle Ages». Lletres asturianes: Boletín Oficial de l'Academia de la Llingua Asturiana (Oviedo: Academia de la Llingua Asturiana) (100): 127-140. ISSN 0212-0534.
- Fernández Conde, Francisco Javier (1975). «La reina Urraca "La Asturiana"». Asturiensia medievalia (Oviedo: Universidad de Oviedo: Servicio de Publicaciones y Departamento de Historia, Área de Historia Medieval) (2): 65-92. ISSN 0301-889X.
- Pérez González, Maurilio (1997). Universidad de León, Secretariado de Publicaciones, ed. Crónica del Emperador Alfonso VII. León. ISBN 84-7719-601-X.
- Torres Sevilla-Quiñones de León, Margarita (1999). Linajes Nobiliarios en León y Castilla (Siglos IX -XIII), pág. 187. Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura. ISBN 84-7846-781-5.
- Del Arco y Garay, Ricardo (1954). Instituto Jerónimo Zurita. Consejo Superior de Investigaciones Científicas., ed. Sepulcros de la Casa Real de Castilla. Madrid.
Enlaces externos
- El sepulcro de la reina Urraca en la Catedral de Palencia
- Nuevos datos históricos acerca del sepulcro de la reina Urraca
- Gontrodo Petri y la fundación de Santa María de la Vega de Oviedo