Sakoku
El sakoku (鎖国? literalmente "país en cadenas" o "cierre del país") fue una política de relaciones exteriores del Shogunato Tokugawa, donde nadie, fuera extranjero o japonés, podía entrar al país, o salir de él, bajo pena de muerte. Abarcó desde 1641, cuando fueron expulsados de Japón todos los extranjeros europeos, particularmente los comerciantes y misioneros provenientes de España y Portugal que habían llegado a las islas japonesas en gran número durante la segunda mitad del siglo XVI.
La instauración del sakoku no implicaba el aislamiento completo de Japón, sino que todas las relaciones comerciales o culturales de Japón con el resto del mundo serían mantenidos en un nivel muy reducido, y siempre bajo el control directo del bakufu, impidiendo así que cualquier súbdito japonés intentase mantener contacto con extranjeros de modo particular. De hecho, este último supuesto estaba severamente prohibido.
Los únicos contactos de Japón con los extranjeros durante la vigencia del sakoku eran mantenidos con Corea en la isla de Tsushima, con China mediante las Islas Ryukyu dependientes del Clan Shimazu, y con Holanda mediante el islote artificial de Dejima (situado en la bahía de Nagasaki). Cabe destacar que en estos tres casos las operaciones de intercambio comercial eran realizadas en pequeñas islas, zonas específicamente alejadas del territorio japonés propiamente dicho. Asimismo debe tenerse en cuenta que a los extranjeros participantes en el intercambio se les prohibía estrictamente salir de dichas zonas para entrar en territorio japonés (salvo para visitas de homenaje a la corte del shōgun), ni se permitía a los comerciantes japoneses la libre entrada a dichas islas.
El sistema de sakoku duró hasta 1853, año en que el comodoro Matthew Perry se presentó con una flota de buques de guerra de Estados Unidos para exigir la apertura irrestricta del comercio y forzó posteriormente la firma por parte de Japón del tratado de Kanagawa. El término sakoku, sin embargo, no fue utilizado hasta el siglo XIX. No obstante, pese a la apertura iniciada en 1853, aún era ilegal para los japoneses abandonar el territorio de su país hasta la restauración Meiji.