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Euménides (obra)

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LAS EUMÉNIDES (OBRA)

Es la última obra de la Orestíada de Esquilo. Las Erinias, innombrables, por eso se utiliza el eufemismo Euménides (benébolas), son las diosas de la venganza que persiguen a Orestes por la muerte de su madre Clitemnestra. La escena es en el santuario Delfos, principal templo de Apolo, donde se encuentra el ombligo del mundo. Luego se desarrolla en Atenas.

ARGUMENTO

La Pitia del templo de Delfos, es quien hace la introducción. Allí está Orestes, que acude a Delfos para lavar su culpa por haber matado a su madre Clitemnestra. Dormidas junto a él están las terribles e innombrables Erinias: las Euménides.

La sombra de Clitemnestra asesinada, incita a las Erinias a ese castigo. Apolo, que había inclinado a Orestes matar a los asesinos de su padre, le aconseja su huida a Atenas, para someterse al juicio de la diosa Atenea. Las Erenias, cantan el désmios hymnos un canto que encadena mágicamente, al objeto de castigar a Orestes. Pero la intervención de Apolo salva a Orestes que expulsa a las Erenias, ofendidas por la intervención de un dios para la defensa de un asesino de su propia madre.

La escena se traslada a Atenas. Orestes abraza a la figura de la diosa Atenea como suplicante. La diosa aparece en escena y escucha a las Erenias que aceptan que se realice un juicio y dicte sentencia, protestando no obstante por el hecho de se dicten leyes nuevas que impidan el castigo inmediato y sin contemplaciones de los crímenes de sangre.

Se instituye el Aerópago de Atenas con estas palabras de Atenea: “Pero, que este asunto se ha presentado aquí, para entender en los homicidios, elegiré jueces, que a la vez que sean irreprochables en la estimación de la ciudad, estén vinculados por juramento, y los constituiré en tribunal para siempre”.

En el juicio interviene Apolo como testigo y como incitador al crimen de Orestes. La Erenias se horrorizan. Atenea se reserva el último voto a favor de Orestes pues ella nació sin madre y se inclina por lo varonil. Hay un empate y Orestes se salva por el voto de Atenea.

Se corta así por fin la cadena de crimen, venganza, crimen, mediante un juicio donde intervienen, por fin, jueces humanos y no la implacable venganza sin consideraciones de los dioses.

Las Erenias, increpan a Atenea por vulnerar viejas leyes. Atenea las logra convencer mediante la persuasión, pasando de ser las terribles Erenias a las benévolas Euménides, quienes se comprometen a mostrar su lado mas benigno a Atenas.