Ir al contenido

Confederación Argentina

Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 12:08 24 abr 2017 por 181.30.26.164 (discusión). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Confederación Argentina
Entidad desaparecida
1831-1861


Bandera

Escudo

Himno: Himno De La Alegria

Mapa de la Confederación Argentina (y sus países limítrofes) hacia 1833. Las zonas de control no efectivo se muestran en verde más claro.
Coordenadas 31°43′56″S 60°31′43″O / -31.732222222222, -60.528611111111
Capital Buenos Aires
Paraná (desde 1853)
Entidad Estado desaparecido y Confederación
Idioma oficial Ninguno
Gentilicio Argentino, a
Religión Catolicismo
Moneda Peso Moneda Corriente
Período histórico Mediados del Siglo XIX
 • 1831 Pacto Federal
 • 1861 Disuelto
Forma de gobierno República Federal
Huso horario UTC-3
Precedido por
Sucedido por
Provincias Unidas del Río de la Plata (1831)
(1861) República Argentina
(1852) Estado de Buenos Aires

La Confederación Argentina fue una confederación de provincias que existió entre 1835 y 1852, durante la organización de la actual República Argentina. Las provincias formaron una confederación de estados soberanos que delegaban la representación exterior y algunos otros poderes en el gobierno de una de ellas. Es uno de los nombres oficiales de la República Argentina conforme al artículo 35 de la Constitución de la Nación Argentina, junto con el de República Argentina y Provincias Unidas del Río de la Plata. Tradiciónes de la Confederación Las comidas y tradiciones de la confederanción eran: "La gran fumancheada",en la que los habitantes de las diferentes provincias se reunían a fumar tremendo faso al rededor de una hoguera.Según un estudio de la Fundación-Asociación-Sociedad de Otorrinolaringologos(FASO), lo que los provincianos fumaban logró fosilizarse y actualmente se han descubierto unos pocos restos de ese tremendo faso.

La firma del Pacto Federal entre las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes el 4 de enero de 1831 —al que adhirieron en los dos años siguientes las otras 9 provincias entonces existentes— es considerado como el punto de arranque del s período de transición, finalizado con el regreso de Juan Manuel de Rosas al gobierno de Buenos Aires en 1835. El derrocamiento de Rosas luego de la Batalla de Caseros llevó a la secesión de la principal provincia de la Confederación, dando origen al Estado de Buenos Aires en 1852. Este último entró en guerra con el resto de la Confederación y se enfrentó con ella en la Batalla de Pavón en 1861. El triunfo de Buenos Aires significó el fin de la Confederación, la reunificación nacional —a costa de las autonomías federales provinciales— hegemonizada por la élite liberal instalada en la ciudad de Buenos Aires y la aplicación de la Constitución de 1853 en todo el territorio.

Antecedentes

La Argentina surgió como estado independiente de hecho el 25 de mayo de 1810 con el nombre de Provincias Unidas del Río de la Plata.

A partir de principios de 1814 se formó un inorgánico Partido Federal, que —al año siguiente— intentó organizarse con el nombre de Unión de los Pueblos Libres a través del Congreso de Oriente: una parte de las Provincias Unidas adoptó la forma federal de gobierno, enfrentado al unitarismo del gobierno central, iniciándose las guerras civiles argentinas.

A su vez, en julio de 1816, las provincias sometidas al gobierno central —más la Provincia de Córdoba, gobernada en ese entonces por los federales— declararon oficialmente la independencia en el Congreso de Tucumán. Para ese entonces, los ejércitos argentinos enfrentaban a las fuerzas del Imperio español en varios frentes simultáneos, mientras los federales iniciaban su lucha contra la invasión luso-brasileña.

En 1820, tras el motín de Arequito, que causó la disolución del Congreso Nacional y del gobierno central, cada provincia pasó a gobernarse por sí misma. Esta situación pareció comenzar a revertirse a partir de 1824, con la reunión de un nuevo Congreso Nacional. El estallido de la Guerra del Brasil al año siguiente aceleró el proceso de formación de un nuevo gobierno central, dirigido por el presidente Bernardino Rivadavia, pero las negociaciones de éste con el Imperio de Brasil y su apoyo al unitarismo en la renacida guerra civil causó un descontento generalizado tanto en la capital como en las provincias interiores.

El gobierno central y el Congreso fueron nuevamente disueltos, se perdieron las provincias de Tarija —incorporada a Bolivia mientras Argentina estaba en guerra contra Brasil— y la Oriental, la cual —debido a las presiones del Reino Unido y del Imperio del Brasil— se independizó como Estado Oriental del Uruguay. En 1833 las Islas Malvinas serían usurpadas por el Reino Unido. Durante varios años tuvo lugar una nueva guerra civil, tras la cual el Partido Federal logró controlar todos los gobiernos provinciales.

Una serie de intentos de institucionalizar el Estado Argentino en alguna forma —especialmente la adhesión de todas las provincias al Pacto Federal— no logró establecer leyes en común ni un gobierno central. Gradualmente se fue adoptando la denominación Confederación Argentina para el conjunto, que se reconocía como parte de un estado, pero no se dio instituciones políticas ni legales en común.

Entre 1835 y 1852

Mapa de la Confederación y algunos países limítrofes hacia el año 1846.

El nombre se generalizó a partir del inicio del segundo mandato de Juan Manuel de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, reuniendo por voluntad de las demás provincias el cargo de encargado de las relaciones exteriores y la guerra de la Confederación.

Entre 1835 y 1852 las provincias argentinas utilizaron la denominación Confederación Argentina para sus relaciones internacionales. Eran en total catorce provincias, y los territorios que efectivamente controlaban eran en muchos casos sensiblemente menores que los actuales; formaban una alianza bastante lábil de diferentes estados independientes en casi todos los aspectos, salvo en aquellos en que Rosas pudo imponer su voluntad por sobre la de las dirigencias locales por medios políticos, económicos o militares. Estas catorce provincias serían reconocidas en la Constitución Argentina como "preexistentes" a la formación del estado unificado.

Inestabilidad política y guerras

Durante todo el período de la Confederación, las Provincias Unidas vivieron de hecho una guerra civil, dentro de las fronteras de la actual Argentina, generada por los exiliados políticos del Partido Unitario desde el Uruguay, Chile y Bolivia, en lucha casi permanente para recobrar el poder.

Entre 1837 y 1838, en la frontera norte del país se libró la guerra contra la Confederación Boliviano-Peruana; en la práctica, se trató de una serie de escaramuzas y combates menores, en las cuales las tropas argentinas —casi exclusivamente milicias reclutadas en las provincias del noroeste argentino— fueron comandadas por el gobernador tucumano Alejandro Heredia.

Simultáneamente, en el Estado Oriental del Uruguay se libró la llamada «Guerra Grande», que se relacionó con las guerras argentinas, con tropas argentinas participando en la misma; en términos generales, los federales colaboraban con los blancos contra los colorados. Por su parte, tropas unitarias colaboraban con los colorados y con sus apoyos extranjeros, especialmente por parte de los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y el Imperio del Brasil, además de gran cantidad de mercenarios y voluntarios italianos y de otros países europeos.

En 1845, el conflicto no declarado contra la Confederación Argentina por parte de franceses e ingleses, que apoyaban al gobierno de la ciudad de Montevideo, se transformó en una invasión naval a gran escala, la llamada Guerra del Paraná; la misma terminó por fracasar debido a la resistencia de las fuerzas federales, en particular en la Batalla de la Vuelta de Obligado.

Conformación

La Confederación Argentina estaba conformada por las provincias autónomas de Santa Fe, Buenos Aires (separada de la misma como Estado de Buenos Aires entre 1853 y 1860), Entre Ríos, Corrientes, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, La Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza.

Permanecían en manos de los pueblos indígenas: casi la totalidad de la Patagonia, la región chaqueña, la provincia de La Pampa y grandes porciones de otras provincias. Hasta su caída, el gobierno de Rosas no reconoció la independencia del Paraguay, pero ésta nunca estuvo de hecho, ni de derecho, unida a la Confederación. El territorio de la provincia de Misiones tras las devastaciones brasileñas de los 1820 permanecía, de hecho, desierto y su soberanía cuestionada por el Paraguay.

Secesión de Buenos Aires

Como consecuencia de la derrota de Rosas en la Batalla de Caseros, ocurrida en 1852, se inició un proceso de institucionalización del país, que conservó el nombre de Confederación Argentina: se sancionó la Constitución Argentina de 1853 y se formó un gobierno y un Poder Ejecutivo.

No obstante, la Provincia de Buenos Aires se negó a participar en el nuevo estado, separándose con el nombre de Estado de Buenos Aires. Su separación se debió a que la élite comercial en Buenos Aires no aceptaba el gobierno nacional en manos de un líder federal del interior -en este caso, el presidente Urquiza- ni firmar una Constitución que obligara a repartir con las provincias los recursos aduaneros, que hasta entonces detentaba solamente la ciudad de Buenos Aires.[cita requerida]

El régimen establecido en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, acaudillado por líderes unitarios tales como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre retiró sus representantes del Congreso Constituyente, antes de que éste adoptara la Constitución. Igualmente, se negó a tomar parte en la elección de las autoridades nacionales ni aceptar su autoridad.

Placa en la plaza de la Confederación Argentina (sobre calle Corrientes a metros de la municipalidad) en la ciudad de Paraná. Conmemora la designación de Paraná como capital del Estado argentino en 1854.

La sanción de la Constitución de 1853, que establecía un régimen federal de gobierno, marcó un hito importante en el desarrollo de la Confederación. El 5 de marzo de 1854 fueron electos presidente y vicepresidente el general Justo José de Urquiza y el doctor Salvador María del Carril, quienes se trasladaron con sus ministros a Paraná, establecida entonces como Capital provisoria de la Confederación Argentina.

Fueron presidentes de la Confederación el general Urquiza, el doctor Santiago Derqui y el general Juan Esteban Pedernera, éste en carácter de provisorio.

Final de la Confederación

Antes de la reforma constitucional de 1860, se usaba "Confederación Argentina" en el preámbulo y artículos; no obstante, tras ésta y al reincorporarse la provincia de Buenos Aires a la Confederación, se reemplazaron esas menciones por "Nación Argentina". De todos modos, un artículo de la Constitución declara que el nombre de Confederación Argentina sigue siendo uno de los nombres oficiales del país.

No obstante, la historiografía argentina suele utilizar el nombre de Confederación Argentina a todo el período que termina con la caída del gobierno de Derqui y Pedernera, a fines de 1861, como netamente separado del período inmediatamente posterior, dominado por los líderes unitarios y porteñistas.

La batalla de Pavón y la invasión de los ejércitos porteños a las provincias interiores significaron una ruptura decisiva, y el término "Confederación Argentina" dejó de usarse. Tras casi un año de acefalía, asumió la presidencia el ex gobernador porteño Bartolomé Mitre.

Véase también