«Lo que hace cien años era una mujerenamorada, hoy es una mujer medicada».
Pido perdón por lo que a continuación voy a relatar, pregunto. Aunque, ¿a quién podría ya pedirle perdón? No tengo inclinación a hablar con gente muerta, me espanta la posibilidad de que me respondan. Me rindo. Acepto que hay algoimpúdico en contar la vida de quien mantuvo su intimidad bajo llave. Así que me aguanto. Y no pido perdón. Ni me perdono.
Una carta atraviesa el océano y trastorna la rígida estabilidad de un hogar. Se desencadena un caos fabuloso de vino, música,risas, que va sacando a flote las heridas y frustraciones de una mujer que nunca fue la persona más importante para nadie. Esta es su historia, la vida de la madre de la narradora.
Catalina Murillo te lo cuenta al oído, te va envolviendo en esa narración que construye con la cercanía de la oralidad. Su prosa evidencia la calidad literaria de una escritora potente que convierte una historia íntima en experiencia colectiva. Corazón y cerebro, humor y dolor. Sin dramatismo ni cinismo, van emergiendo grandes temas, la relación madre-hija, la "hijidad", y la pregunta siempre amor, qué es eso. O qué era. Y qué será.
Catalina me llevó de la mano en una evocación sin tregua por la vida de mi madre, también, una mujer insignificante sin un pecho y sin memoria. Hermosa honra a esa persona al otro lado del cordón umbilical. Mis ojos naufragaron en aguas salobres, pues como Agueda, mi madre tuvo muchos 30 de febreros, y baladíes adornitos de los cuales asir sus fantasías en su propia isla de Mairitania.
Una mujer insignificante, que título mas duro…..!!!! Águeda es como muchas mujeres que a pesar de ser un pilar fundamental en las familias pasan desapercibidas, invisibles, incomprendidas pero que tiene una vida, ella vibra, se emociona, se entrega y cree en el amor aunque sea en su fuero interno, sin que se note…ella se da la oportunidad de sentir, amar sin importar que le dirán. Es un libro muy fácil de leer, escritura ágil y cercana, tiene momentos muy divertidos que te llenan de ilusión pero también tiene un tinte triste ya que aborda temas familiares y de la vejez que nunca son fáciles. Relatada en primera persona por su hija nos lleva a la Costa Rica de los años 70. Me acerqué a este libro sin saber mucho de él, solo que lo escribió una escritora nacional Catalina Murillo, basada en hechos reales que en su momento causó gran alboroto en la sociedad San José. Se los recomiendo.
En una tarde de lluvia me acompañó la lectura de “Una mujer insignificante” de Catalina Murillo. Una historia como un ventarrón, que inicia con una mirada y termina con una risa a carcajadas, como los buenos libros. Gracias, Catalina Murillo, por esta novela envolvente que me atravesó y me hizo mirar hacia adentro. “En sí mismas, las vidas no tienen sentido. O se puede decir también de este modo: contamos historias para dar sentido. Las cosas pasan, pasan y pasan y somos nosotras, narrando, las que les damos sentido, en tantos sentidos de la palabra sentido”.
Te narra en primera persona, sí, te platica sobre las memorias que le quedan o tiene de su madre. Sin dramas, sin conflictos, solo los hechos que recuerda o que sabe, vividos a través del tiempo por ella o que se entera por otros miembros de la familia, de su madre.
Lo he leído todo de golpe, muy conmovedor y un lenguaje que te hace reír y remueve al mismo tiempo. Enhorabuena Cata estoy segura que a Águeda le encantaría. Has perforado mi corazón de hielo.
No había leído nada de Catalina Murillo y me gustó muchísimo, seguramente busqué sus otras novelas. De Águeda se podrían decir muchas cosas pero el título lo resume muy bien.
Esta es una historia personal. Admiro la honestidad de la autora. Tengo que decir que la novela no me gustó. No me gustó porque veo en ella reflejada a muchas mujeres que, como mi propia madre, sacrificaron su vida por atender a una familia. Tal vez ese fue su sueño, pero en cierta medida, es un modelo impuesto por una sociedad machista que manipula tanto al hombre como a la mujer. Estuve a punto de abandonar la lectura porque no podía comprender cómo una mujer, para ser feliz, tenía que seguir a un hombre. Sin un hombre estaba perdida. Sin embargo, estos son los códigos sociales con los que vivimos. Al final Águeda acepta que su amor frustrado nunca vendrá por ella, pero ya es demasiado tarde, la vida se le ha acabado “esperando a Godot”. La última fase es la demencia. ¿Una vida perdida? O tal vez no, porque deja muchos sentimientos encontrados, principalmente el de describir a una sociedad que nos obliga a cumplir roles predeterminados. Romper esos roles es la verdadera libertad. Águeda no lo logró... tal vez tú sí.
Esta fue una lectura cortita pero valiosísima para mi. Catalina tiene una gran habilidad con las palabras; es dinámica, cruda, divertida y sobre todo sabe cómo mover los corazones de sus lectores. «Una mujer insignificante» nos hace reflexionar acerca de todas esas madres y mujeres en general que no fueron importantes ni para ellas mismas, que se vieron reducidas a ser una esposa o una madre; y no que haya nada malo en eso, pero cuando no hay autoridad de nuestra propia vida y toca conformarnos, bajar la cabeza y abandonarnos a nosotras mismas, ahí es donde algo dentro de nuestro ser se apaga. Lastimosamente, y aunque lo intentemos, no podemos salvar a los demás de su propia cabeza, y es que suele pasar que después de toda una vida viviendo de cierta forma las personas no logran salir de ese hueco tan profundo en el que cayeron.
Una mujer insignificante es una novela que se sumerge en la intimidad de sus personajes. La autora narra la vida de la madre de la narradora con una prosa que evidencia su calidad literaria. Catalina Murillo es una escritora costarricense de enorme calidad. Mi calificación final del libro fue de cuatro estrellas.
Un libro que puede servir para poder explorar nuestra forma de vida, si eres mujer. Las limitaciones generacionales que pueden dejar nuestros padres pueden ser de impacto para nuestras vidas, y en este libro por medio de las anécdotas y la cercanía que la autora nos muestra a la historia de su familia, en especial de su madre, te hace sentir que estas viendo todo ese desarrollo. Lo que más me encantó de este libro fue la forma personal de la narrativa, que te hace parte de las heridas, y del desarrollo del personaje principal. A mi parecer, me cuestione mucho sobre mi pasado y mi forma de actuar, ya que como mujer es necesario ver a nuestra madre para poder entender que situaciones de nuestras vidas podemos cambiar o mejorar. Es muy reflexivo. Y en cierto punto te empodera a romper esas brechas generacionales que el miedo puede cegar y poder crear una historia propia a base de la libertad y conocimiento propio. :)
Catalina Murillo tiene una capacidad increíble de narrar su historia al detalle y por encima, en orden y en desorden, todo en pro de preservar la naturaleza y la esencia del chisme que está contando. Leer este libro fue como sentarme una tarde de lluvia con un café a escucharla hablar de ellas (Águeda y Catalina) y de nosotras (las mujeres).
Una historia corta pero para mí muy valiosa, fue leer la historia de mi mamá y mis abuelas… creo que la historia de muchas mujeres víctimas de una sociedad machista y demasiado patriarcal incluso me atrevo a decir que mi misma historia pero que me hace recapacitar sobre las cosas que las mujeres podemos cambiar hoy en día.
Me gusta como conecta con su madre en varios nivele y va describiendo su relación con ella, como va perdonando partes de si misma en relacion a este reflejo y como va contando cada parte de esta historia siempre dejándote con reflexiones profundas y sobretodo manteniéndose atenta a los giros que va dando.
Este libro ha sido una grata sorpresa. Corto, pero tiene todas las palabras que tiene que tener. Murillo, con su muy buena pluma, nos cuenta la historia de su mamá, una historia que merece ser contada. Lo recomiendo mucho.
Muchas somos hijas de mujeres insignificantes que fueron todo para nosotras: nuestras madres. Esta novela profunda,desgarradora, divertida, irreverente, me encantó. Qué delicia la tinta tica.
Un libro que cada vez que te toca la cabeza, te toca el corazón. El humor de Catalina nos divierte con su inteligencia que mágicamente llega directa a la emoción. Quien persiga voces narradoras encontrará un festín en la de esta juguetona hija. Maravilloso.
Que vocabulario tan rico. Que vida tan desgarradora, vivir el amor verdadero por tan corto tiempo pero que la dejo marcada de por vida. Cuántas mujeres tenemos una vida insignificante?
Qué máxima Catalina Murillo, esta historia tenía que ser contada 💕 me parece un homenaje muy conmovedor y un estilo tan personal y auténtico. Me reí y lloré (siempre lloro, pero igual) Soy fans. Buscaré más libros de ella.
Una obra profunda que desafía las concepciones tradicionales de la mujer en la sociedad. A través de la vida de su protagonista, la autora explora la lucha interna y externa que enfrentan las mujeres al navegar por sus identidades y deseos en un mundo que a menudo las minimiza. La narrativa es un reflejo conmovedor de las complejidades del amor, el sacrificio y la búsqueda de significado en un contexto que parece olvidar la valía individual. Murillo utiliza la historia para plantear preguntas provocadoras sobre el papel de la mujer y el valor de su voz en un entorno que tiende a silenciarla. La prosa es rica y evocadora, permitiendo a los lectores conectar emocionalmente con la protagonista mientras reflexionan sobre sus propias experiencias. Una lectura que invita a la introspección y celebra la resiliencia femenina en la búsqueda de un lugar en el mundo.