¿Qué sabemos de la poesía contemporánea de Australia que no esté en clave de slam, oral, verborrágica, joven? Si la austeridad es un privilegio de la madurez y la inquietud amorosa, de la juventud, acá tenemos el primer libro de una mujer grande que los ha unido en poemas de amor. Los nombres de mujeres desfilan por sus recuerdos y son traídos al centro breve y relampagueante de su escritura. El ardor de los cuerpos es celebrado por una poética del hedonismo en presente, por más que se recuerde y que la amada no esté. Efervescencia y afecto se mezclan con un tono de revancha de quien a sus cincuenta años probó escribir poemas homoeróticos.
3.5 tal vez? Me llamó mucho la atención la solutura con la que la autora habla de relaciones y sexualidad teniendo en cuenta su edad, siento que es algo que no pasa seguido. Me gustó también que son poemas escritos décadas después de los hechos descriptos, que un día se haya sentado a escribir su historia de vida en forma de poemas. Me gustó mucho el prólogo y me encantaría leer más sobre su historia.