La pintura de Blanco se ha transformado durante años, desde una nueva figuración a una pintura más expresiva, gestual, donde el elemento figurativo sigue presente, pero más difuminado. Su obra podría encuadrarse dentro de una neo-figuración, pero también dentro de la abstracción, ya que en muchas de sus obras convergen estos dos estilos. Conocer la obra de George Condo, y más en concreto su obra “Rush hour”[4] en el Museo Metropolitano de Nueva York, demostró a Blanco cómo la figuración y la abstracción, la pintura y el dibujo, podían convivir en una misma obra.[5] Esta forma de ver la pintura, se puede entender a través de las palabras del poeta Ángel Guinda:[6]
"La gran pintura es cuestión de talento visual, cromático, pensante, sensible, imaginativo. Carlos Blanco encuentra en la distorsión la mejor respuesta al diálogo entre realismo y abstracción, para conseguir en la desfiguración la clave de su estilo hacia la intensidad, en el asombro".
Ángel Guinda (Premio de las letras aragonesas 2010)
"Lampedusa", es un mural en óleo y mixta sobre lino de formato grande (2 metros de alto por 6 metros de ancho) que Blanco realizó "in situ" en el Museo Centro de Historias de Zaragoza en 2017.[7]
[8] Es hasta la fecha su obra más comprometida, relatando los fatídicos acontecimientos que se dieron lugar en la isla de Lampedusa en 2013, donde murieron 368 refugiados.[9]