The Spiritual Exercises Quotes

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The Spiritual Exercises The Spiritual Exercises by Ignatius of Loyola
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The Spiritual Exercises Quotes Showing 1-28 of 28
“[L]ove ought to manifest itself in deeds rather than in words.... love consists in a mutual sharing of goods, for example, the lover gives and shares with the beloved what he possesses, or something of that which he has or is able to give; and vice versa, the beloved shares with the lover. Hence, if one has knowledge, he shares it with the one who does not possess it; and so also if one has honors, or riches. Thus, one always gives to the other.”
St. Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
tags: love
“For it is not knowing much, but realising and relishing things interiorly, that contents and satisfies the soul.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“For though, outside the Exercises, we can lawfully and with merit influence every one who is probably fit to choose continence, virginity, the religious life and all manner of evangelical perfection, still in the Spiritual Exercises, when seeking the Divine Will, it is more fitting and much better, that the Creator and Lord Himself should communicate Himself to His devout soul, inflaming it with His love and praise, and disposing it for the way in which it will be better able to serve Him in future. So, he who is giving the Exercises should not turn or incline to one side or the other, but standing in the centre like a balance, leave the Creator to act immediately with the creature, and the creature with its Creator and Lord.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“En toda buena elección, en cuanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima, y así, cualquier cosa que yo eligiere debe ser a que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin. Porque primero hemos de poner por obyecto querer servir a Dios, que es el fin, y secundario tomar beneficio o casarme, si más me conviene, que es el medio para el fin; así ninguna cosa me debe mover a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y salud eterna de mi ánima.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Segundo modo para hacer una buena elección:
La primera es que aquel amor que me mueve y me hace eligir la tal cosa descienda de arriba, del amor de Dios. De forma que el que elige sienta primero en sí que aquel amor más o menos que tiene a la cosa que elige, es sólo por su Criador y Señor. La segunda, mirar a un hombre que nunca he visto ni conocido, y deseando yo toda su perfección, considerar lo que yo le diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios nuestro Señor y mayor perfección de su ánima; y, haciendo yo asimismo, guardar la regla que para el otro pongo. La tercera, considerar, como si estuviese en el artículo de la muerte, la forma y medida que entonces querría haber tenido en el modo de la presente elección; y, reglándome por aquella, haga en todo la mi determinación. La cuarta, mirando y considerando cómo me hallaré el día del juicio, pensar cómo entonces querría haber deliberado acerca la cosa presente; y la regla que entonces querría haber tenido, tomarla ágora.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Primer modo para hacer una buena elección:
El primer punto es proponer delante la cosa sobre que quiero hacer elección, así como un oficio o beneficio para tomar o dejar, o de otra cualquier cosa que cae en elección mutable. Segundo. Es menester tener por obyecto el fin para que soy criado, que es para alabar a Dios nuestro Señor y salvar mi ánima; y con esto hallarme indiferente, sin afección alguna desordenada. Quinto. Después que así he discurrido y raciocinado a todas partes sobre la cosa propósita, mirar dónde más la razón se inclina; y así, según la mayor moción racional, y no moción alguna sensual, se debe hacer deliberación sobre la cosa propósita.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“El primer punto. Es necesario que todas cosas de las cuales queremos hacer elección sean indiferentes o buenas en sí, y que militen dentro de la santa madre Iglesia jerárquica, y no malas ni repugnantes a ella. Segundo. Hay unas cosas que caen debajo de elección inmutable, así como son sacerdocio, matrimonio, etc.; hay otras que caen debajo de elección mutable, así como son tomar beneficios o dejarlos, tomar bienes temporales o lanzallos. Tercero. En la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que eligir, porque no se puede desatar; así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mirar que, si no ha hecho elección debida y ordenadamente sin afecciones desordenadas, arrepintiéndose, procure hacer buena vida en su elección.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Consideremos el sermón que Cristo nuestro Señor hace a todos sus siervos y amigos, encomendándoles que a todos quieran ayudar en traerlos, primero a suma pobreza espiritual y, si su divina majestad fuere servida y los quisiere eligir no menos a la pobreza actual; segundo, a deseo de oprobios y menosprecios, porque destas dos cosas se sigue la humildad. De manera que sean tres escalones: el primero, pobreza contra riqueza; el segundo, oprobio o menosprecio contra el honor mundano; el tercero, humildad contra la soberbia; y destos tres escalones induzgan a todas las otras virtudes.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“if it happens that the soul is attached or inclined to a thing inordinately, that one should move himself, putting forth all his strength, to come to the contrary of what he is wrongly drawn to.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises of St. Ignatius of Loyola
“Next it dawned on him that the former ideas were of the world, the latter God-sent; finally, worldly thoughts began to lose their hold, while heavenly ones grew clearer and dearer.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises of St. Ignatius of Loyola
“Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo que a condenarla; y, si no la puede salvar, inquira cómo la entiende; y, si mal la entiende, corríjale con amor; y, si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“The Third Method of Prayer is that with each breath in or out, one has to pray mentally, saying one word of the Our Father, or of another prayer which is being recited: so that only one word be said between one breath and another, and while the time from one breath to another lasts, let attention be given chiefly to the meaning of such word, or to the person to whom he recites it, or to his own baseness, or to the difference from such great height to his own so great lowness.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“A thick and shapeless trunk would never believe that it could become a statue, admired as a miracle of sculpture, and would never consent to submit itself to the chisel of the sculptor who sees by his genius what he can make of it.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“no el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y
gusta de las cosas internamente.”
Ignacio De Loyola, Ejercicios espirituales (Religión)
“Fifth Rule. The fifth: In time of desolation never to make a change; but to be firm and constant in the resolutions and determination in which one was the day preceding such desolation, or in the determination in which he was in the preceding consolation. Because, as in consolation it is rather the good spirit who guides and counsels us, so in desolation it is the bad, with whose counsels we cannot take a course to decide rightly.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“El enemigo mucho mira si una ánima es gruesa o delgada; y si es delgada, procura de más la adelgazar en extremo, para más la turbar y desbaratar. Verbi gracia, si ve que una ánima no consiente en sí pecado mortal ni venial ni aparencia alguna de pecado deliberado, entonces el enemigo, cuando no puede hacerla caer en cosa que parezca pecado, procura de hacerla formar pecado adonde no es pecado, así como en una palabra o pensamiento mínimo. Si la ánima es gruesa, el enemigo procura de engrosarla más. Verbi gracia, si antes no hacía caso de los pecados veniales, procurará que de los mortales haga poco caso; y si algún caso hacía antes, que mucho menos o ninguno haga agora.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“En los que proceden de bien en mejor, el buen ángel toca a la tal ánima dulce, leve y suavemente, como gota de agua que entra en una esponja; y el malo toca agudamente y con sonido y inquietud, como cuando la gota de agua cae sobre la piedra. Y a los que proceden de mal en peor tocan los sobredichos espíritus contrario modo.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Contemplación para alcanzar amor. Primero conviene advertir en dos cosas. La primera es que el amor se debe poner más en las obras que en las palabras. La segunda: el amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el amante al amado lo que tiene, o de lo que tiene o puede, y así, por el contrario, el amado al amante. De manera que si el uno tiene ciencia, dar al que no la tiene, si honores, si riquezas, y así el otro al otro.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“PRAYER. In the preparatory prayer I will beg God our Lord for grace that all my intentions, actions, and operations may be directed purely to the praise and service of His Divine Majesty.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises of St. Ignatius: Based on Studies in the Language of the Autograph
“Oamenii lumii, care se lasă conduși de sentimentele pe care lumea le inspiră, iubesc și urmăresc cu multă însuflețire onoarea, faima, strălucirea unui nume mare printre semeni.”
Ignatius of Loyola, Ejercicios Espirituales Y Autobiografía
“Nothing vague, idle, or purely speculative, is to occupy man in the retreat. He comes to learn to conquer himself; to free himself from evil passions; to reform the disorder, great or little, of his past life, and to regulate it for the future by a plan conformable to the Divine will.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises of St. Ignatius or Manresa
“Debemos mucho advertir el discurso de los pensamientos; y si el principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel. Mas si en el discurso de los pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala, o distrativa, o menos buena que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o la enflaquece o inquieta o conturba a la ánima, quitándola su paz, tranquilidad y quietud que antes tenía, clara señal es proceder de mal espíritu, enemigo de nuestro provecho y salud eterna.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Es propio del enemigo enflaquecerse y perder ánimo, dando huida sus tentaciones, cuando la persona que se ejercita en las cosas espirituales pone mucho rostro contra las tentaciones del enemigo. Cuando el enemigo de natura humana trae sus astucias y suasiones a la ánima justa, quiere y desea que sean recibidas y tenidas en secreto.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Llamo desolación a la escuridad del ánima, turbación en ella, moción a las cosas bajas y terrenas, inquietud de varias agitaciones y tentaciones, moviendo a infidencia, sin esperanza, sin amor, hallándose toda perezosa, tibia, triste y como separada de su Criador y Señor.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Propio es del mal espíritu morder, tristar y poner impedimentos, inquietando con falsas razones para que no pase adelante; y propio del bueno dar ánimo y fuerzas, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y quietud, facilitando y quitando todos impedimentos, para que en el bien obrar proceda adelante.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“Semana 2, preámbulo para considerar estados: comenzaremos, juntamente contemplando la vida de Cristo, a investigar y a demandar en qué vida o estado de nosotros se quiere servir su divina majestad. Y así, para alguna introducción dello, en el primer ejercicio siguiente veremos la intención de Cristo nuestro Señor y, por el contrario, la del enemigo de natura humana; y cómo nos debemos disponer para venir en perfección en cualquier estado o vida que Dios nuestro Señor nos diere para eligir.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises
“[7] 7ª La séptima: el que da los exercicios, si vee al que los rescibe, que está desolado y tentado, no se haya con él duro ni desabrido, mas blando y suave, dándole ánimo y fuerzas para adelante, y descubriéndole las astucias del enemigo de natura humana, y haciéndole preparar y disponer para la consolación ventura.”
Ignatius of Loyola, Ejercicios Espirituales